¿QUÉ ES LA AMIGDALITIS?
En nuestro organismo existe un sistema formado por elementos anatómicos de carácter linfoide llamado Anillo de Waldeyer, que está conformado por la amígdala tubárica y la amígdala faríngea, localizados en la porción posterior de nuestra nariz.
Existen también las amígdalas palatinas localizadas en nuestra garganta, las mismas que son promotoras de una de las más comunes infecciones que todos alguna vez hemos sido presa, la famosa amigdalitis aguda.
A este grupo de amígdalas se suman las amígdalas linguales localizadas en la base de la lengua, y por último contamos con la presencia de unos cordones de tejido, similar a las estructuras ya mencionadas, los que están ubicados en la porción posterior de nuestra garganta.
Este conjunto de tejidos se encarga de producir células, que a manera de soldados nos protegen de potenciales agentes patógenos, que agreden las vías respiratorias superiores; dichas células soldados se denominan linfocitos.
Cuando han sido agredidas las amígdalas palatinas, se produce la amigdalitis aguda que no es más que un proceso inflamatorio e infeccioso que evoluciona en pocos días y cura por completo con un tratamiento adecuado. Se caracteriza por la presencia de fiebre, escalofrío, dolor muscular, dolor de huesos, dolor al ingerir los alimentos y malestar general.
¿Qué pasa si no se administró el tratamiento adecuado?
Se puede desarrollar una amigdalitis crónica, que consiste en un proceso infeccioso de las amígdalas palatinas, a repetición con más de 3 episodios por año y durante varios años.
La falta de tratamiento a tiempo favorece al desarrollo de complicaciones importantes a nivel digestivo, pulmonar, cardíaco, muscular, articular, de oídos, entre otras; haciéndose necesario en ese estado un tratamiento definitivo que consiste en la extirpación de las amígdalas palatinas, mediante una cirugía que se denomina amigdalectomía.
¿Qué pasa si nos sacan las amigdalas?
Se suele escuchar comentarios acerca de la extracción de las amígdalas, por ejemplo:
- Que nos quedaremos sin voz
- Que nos darán gripes contínuas
- Que nos quedaremos sin defensas, etc.
Estos no son más que simples comentarios sin fundamento alguno y para aclarar cualquier duda, siempre debemos acudir al especialista para que nos tranquilice y nos brinde su asistencia profesional.
¿Entonces no me pasará nada de eso?
No, nada de eso. Tal como se explicó al inicio de este artículo, hay varias estructuras que conforman el Anillo de Waldeyer, que es un sistema encargado de producir células soldados. Por lo tanto, al extraer las amígdalas palatinas en el caso de una amigdalitis crónica, el paciente no se verá afectado ya que habrán otras estructuras que le brindarán protección.
Sin embargo podemos prevenir una amigdalectomía, mediante un control y tratamiento adecuado a tiempo de los procesos infecciosos agudos de nuestras amígdalas.
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